martes, agosto 22, 2006

El Leopoldo polar ártico

Me ha en-can-ta-do tu Leopoldo, Myriam. Lo voy a buscar. A ver si me puedo pasar por Vinçon esta semana. Yo sí he tenido plantados en casa albahaca, cilantro y menta, pero me suele durar poco porque las utilizo mucho. Además, en el caso del cilantro, la plantación fue muy productiva pero breve, porque enseguida floreció y entonces dejó de echar hojas. Pero lo bueno del caso es que lo disfruté muchísimo. Yo pienso como tú en lo de los tomates y las naranjas. Especialmente los tomates, que son una de mis mayores pasiones.

En Finlandia, de donde volví el domingo, cerca del piso que Antonia tiene en Helsinki, hay huertecillos con hierbas y algunas verduras. Son cedidos por el Ayuntamiento y hay gente que se ocupa de ellos. Es algo parecido a lo que se hace en varias parcelas recientemente creadas en Barcelona. El Ayuntamiento las sortea y los beneficiarios, habitualmente gente mayor, los cultiva en el centro de la ciudad, por ejemplo en El Raval. Se crean así jardines urbanos. Sin embargo, el Leopoldo es otro concepto, mucho más al alcance. Voy a investigar el tema. Lo voy a intentar, sí señor.

Pronto hablaré de Finlandia, hermosísima tierra que me ha maravillado. Hoy voy a ver si puedo comprar Los amantes del círculo polar, que no he vuelto a ver desde que salió en el cine pero que me gustó mucho. Era un cuento mágico y muy especial, con muchos más círculos que el polar. Por cierto, justo en Rovaniemi, la ciudad grande más cerca de la marca del mencionado círculo en Finlandia, vi también otro huertecillo trabajado por un par de señoras mientras un jardinero del Ayuntamiento los regaba con agua que extraía directamente del lago. Aquello sí que era natural.