viernes, julio 07, 2006

Un rey mágico


Hola de 9. La verdad es que tengo muchas cosas que contar... por ejemplo, mi última visita a Barcelona, las vivencias y conversaciones con Manwell, Gustavo, Lurdes, Cristina, Marta, Enrique, Ana... Podría hablar también de mi experiencia con las quemaduras solares, algo que no le deseo a nadie... O podría escribir algo sobre la importancia que tienen cada vez más las emociones para la ciencia. Por lo visto, sin ellas, nos sería imposible tomar decisiones y/o aprender y/o memorizar según qué cosas...

Pero voy a hablar de Melchor, porque es un tema que me ronda contínuamente la cabeza; porque es una de las mejores personas que me he encontrado en el camino rugoso y oscuro de la vida; por su cariño, por sus ojos, por su sentido del humor, por su pasión por la actividad física y, sobre todo, por el día a día, que aligera y simplifica como nadie sabe hacerlo.

Soy consciente del riesgo que corro de caer en lo meloso, en lo cursi, pero no he encontrado otra manera ni otras palabras para referirme a ÉL. De hecho, soy mucho más consciente de la suerte que tengo de que esté a mi lado. No sé qué he podido hacer en el pasado para merecerme esto, y tampoco hasta cuándo me va a prolongar la justicia cósmica este privilegio. Habrá que disfrutarlo mientras tanto.