sábado, septiembre 23, 2006

La mala educación

El título no hace referencia a la película de Almodóvar, sino a la actitud de algunos, especialmente de ERC, en relación con el pregón que Elvira Lindo hizo para abrir las fiestas de La Mercè. Los intolerantes se quejan de que la escritora no es catalana y de que no ha hecho el esfuerzo de hablar en catalán, cosa que "no le habría costado nada". ¿Se puede ser más cerrado? A ellos tampoco les cuesta nada entender el castellano. Y sobre todo no quieren aceptar que somos bilingües. Citan como ejemplo de pregón cosmopolita el que hizo el historiador Robert Hughes en catalán hace unos años. ¿Pero qué tiene que ver el cosmopolitismo con que un discurso se pronuncie en catalán? Nada de nada. El cosmopolitismo se expresa en algo mucho más hondo: en el contenido de lo que cuentas y en cómo tratas a las demás personas. Si te quejas porque en tu ciudad se hace un pregón en una de las lenguas mayoritarias y cooficiales, es que estás varios niveles por debajo del cosmopolitanismo. O que tu definición de cosmos corresponde en realidad a un microcosmos.

Mala educación es abuchear a una ciudadana que amablemente acepta la invitación extendida por nuestro consistorio hacia ella por ser una persona que ama a Barcelona, su cultura y su mentalidad abierta. Porque a pesar de esos zopencos, los barceloneses en general seguimos siendo abiertos, hablemos una, dos o tres lenguas. La gran mayoría de la gente está muy por encima de los políticos. Y sabe convivir sin mayores problemas. Afortunadamente (y de momento).